Solo ha faltado el Milan o la Juve para haber completado el mejor cuadro de cuartos de final de la historia de la Champions League: ocho equipos, ocho instituciones, ocho monumentos se enfrentan en el mes de abril para decidir los cuatro equipos que van a jugar las semifinales de la competición más importante del mundo de clubes.

El partido más atractivo es el que van a disputar el Barcelona y el Atlético de Madrid, dos equipos que mantienen diferentes filosofías de juego. El equipo de Simeone es fuerte, rocoso, compacto, sin fisuras; quiere demostrar que esta temporada está llamado a tocar la gloria futbolística. Diego Costa es su buque insignia y Courtoais su baluarte bajo palos. El Barça de Martino, cuidadoso en la estética, continuista en el concepto de tocar el balón y en el juego asociativo, pero con los matices que está imprimiendo el técnico argentino. Los dos entrenadores son argentinos y eso compromete el partido y lo dirige al punto que solo los hombres de fútbol de aquel país son capaces de abarcar: el fútbol en su máxima esencia, ‘el cancherismo’ en su concepto más positivo, la pasión de la pelota.

Un gol del Atlético en el Camp Nou podría complicar mucho el acceso del Barça para disputar las semifinales, porque el hecho de que la vuelta se dispute en el Manzanares le va a dar más ‘chance’ al equipo rojiblanco. Diego Costa y Messi tendrán su particular lucha por el gol; otra vez de entre los nueves saldrá una gran parte del vencedor de la eliminatoria.

Del Real Madrid no puede decirse que haya tenido suerte, pero sí que le ha tocado el rival que en su imaginario podía haber querido en su suerte: el Borussia de Dortmund; y no precisamente por los momentos de infausto recuerdo de la pasada temporada con aquel humillante 4-2 en el Westfallem Stadium en la ida de las semifinales. Para el partido de la ida en el Bernabéu no va a poder jugar el hombre que marcó los cuatro goles en aquel memorable partido del Borussia, Robert Lewandosky, y además tiene a jugadores muy importantes que están lesionados: es el caso de Gundogan, Subotic, Blaszzykowski, Bender y Schlelzer, bajas muy significativas para un equipo que ya perdió a Mario Gotze en el verano tras su traspaso al Bayern de Munich.

El equipo de Jurgen Kloop no es el de la pasada temporada; está a 23 puntos del líder en la Bundesliga, pero en su estadio mantiene las constantes vitales de equipo fuerte y consistente que define a las escuadras alemanas. El partido de vuelta se juega en Dortmund; por eso el Madrid debe tener cuidado si no ha sacado un resultado convincente en el encuentro de ida.

Igualada se presenta la eliminatoria que va a enfrentar al Chelsea y al Paris Saint Germain: la eficacia y solvencia del equipo de Mourinho ante la creatividad del cuadro que lidera el gran Zlatan Ibrahimovic. El equipo francés está desarrollando un fútbol de alta escuela, pero el Chelsea ha armado un fuerte grupo liderado por un belga, Hazzard, posiblemente ahora mismo uno de los mejores jugadores del mundo. El Chelsea tiene más empaque y un entrenador que sabe plantear muy bien este tipo de eliminatorias, y que ha demostrado ser un auténtico ‘perro viejo’ en estas lides.

La única eliminatoria a la que le falta una mínima dosis de igualdad es la que van a protagonizar el Bayern y el Manchester United. El equipo inglés consiguió con mucho mérito el pase a los cuartos de final tras voltear un 2-0 desfavorable que se trajo de Atenas en su enfrentamiento ante el Olympiakos, pero su nivel dista mucho de ser el de aquel United tan temido de la pasada década. Por el contrario, el Bayern es el vigente Campeón de Europa, y con Pep Guardiola está alcanzando un fútbol exquisito que compagina con la tradicional fortaleza que siempre ha mostrado el equipo de Baviera.

En definitiva, un cartel de lujo para un cuadro de cuartos de final que aglutina a ocho enormes clubes de fútbol. Barça, Real Madrid, Bayern y Chelsea son mis favoritos para alcanzar las semifinales de la Champions League.

© Antonio Muelas, 2014. { [email protected] }