Cualquier seguidor de la Selección española que naciera a finales de los noventa tiene la percepción de que es el mejor equipo del mundo y de que gana todas las competiciones en que participa. Y es que alguien nacido por ejemplo en 1998, tenía diez años cuando España ganó la primera Eurocopa, doce cuando se consiguió el Mundial y catorce cuando la Selección consiguió ganar nuevamente la Eurocopa. Es decir, ese aficionado ha pasado toda su vida acostumbrado a ganar, pero esto desgraciadamente no siempre ha sido así; la Selección pasó muchos años sin conseguir ningún gran título; muchos aficionados han pasado su infancia y adolescencia viendo perder a la Roja.

Sin embargo, hubo una victoria que supuso una catarsis para los aficionados españoles; por fin la Selección ganaba un título importante. Fue en los Juegos Olímpicos de 1992 cuando España se proclamaba Campeona Olímpica tras derrotar a Polonia por 3-2 en la final disputada en el Camp Nou.

Aquella Selección olímpica contaba con muchos jugadores que a la postre serían grandes jugadores en sus respectivos clubes y también en la Selección absoluta. Los llamaron ‘la quinta del Cobi’: Toni Jiménez, Santiago Cañizares, Albert Ferrer, David Billabona, Mikel Lasa, Rafael Berges, Francisco Nicolás Veza ‘Paqui’, Juanma López, Roberto Solozábal, Luis Enrique Martínez, Josep Guardiola, Gabriel Vidal, José Emilio Amavisca, Alfonso Pérez, Javier Manjarín, Francisco Narváez ‘Kiko’, Abelardo Fernández, Miguel Hernández, Antonio Pinilla y Paco Soler.

Hasta ese partido España había jugado contra Colombia, Egipto, Qatar, Ghana e Italia. El torneo que había hecho la Selección había sido muy bueno; ni siquiera había encajado un gol en contra. Pero la Selección polaca contra la que disputó la final no lo puso nada fácil.

El partido fue muy intenso. En el minuto 89 todo indicaba que se iba a terminar con empate a dos. Todo se tendría que resolver en la prórroga. Minuto 90: saque de esquina directamente al interior del área; el balón despejado pero flojo queda muerto directamente ante Guardiola, que le pega fuerte; rebota en un mar de jugadores y le cae a Kiko Narváez, que no falla: gol y España Campeona Olímpica por primera vez en su historia.