Falta poco más de un mes para el comienzo de la Copa del Mundo de Brasil 2014, y el número de delitos no deja de crecer en Río de Janeiro, por lo que la presencia policial se ha incrementado. Las autoridades saben que apenas les queda tiempo para convencer a los turistas de que encontrarán un país seguro.

Es por eso que acaban de desplegarse anticipadamente dos mil policías más en Río, para que actúen como complemento de los que ya había.

Los responsables de seguridad utilizan como argumento para tranquilizar a los visitantes que en dos grandes eventos recientes, “en 2013: la Copa de Confederaciones y la Jornada Mundial de la Juventud, no implicaron ningún incidente grave que afectase a las delegaciones o al público”.

Los datos del aumento de delitos pueden resultar sin embargo alarmantes, a pesar de la ‘pacificación’ de las favelas llevada a cabo por la policía militar desde 2008. Según el diario O Globo, los robos en los alrededores del estadio Maracaná se han duplicado en comparación a los del año pasado, y constan tiroteos entre narcotraficantes y policías en barrios supuestamente ‘pacificados’. Los homicidios han aumentado más del 20% en el primer trimestre de este año. El aumento de robos en las calles supera el 46%, y el de vehículos nada menos que el 50%, según el Instituto de Seguridad Pública.