No es la primera vez que en FÚTBOLSELECCIÓN nos hacemos eco de las voces que, especialmente en Brasil, se muestran críticas con las enormes inversiones económicas (once mil millones de dólares) que comporta la organización de una Copa del Mundo de Fútbol, y también por supuesto de quienes las justifican a medio y largo plazo.
En este caso, lo que te traemos es una imagen que está dando la vuelta al mundo. Se trata de un graffiti de Paulo Ito, en el que aparece un niño pobre llorando de hambre ante un plato de comida en el que solo hay un balón.
El graffiti está pintado en un muro de una escuela del barrio de Pompeia, en Sao Paulo, la ciudad más rica del país, donde se inaugurará el Mundial el próximo 12 de junio. Artistas como Paulo Ito intentan aprovechar la resonancia del evento para llamar la atención sobre los problemas sociales de los brasileños.
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