Se trata del delantero inglés Gary Lineker, que consiguió marcar seis goles en aquella cita mundialista. Lineker fue considerado como uno de los mejores delanteros centros del mundo, llegando a conseguir en 1986 el Balón de Plata, y el de Bronce en 1991.
Es un viejo conocido de la Liga española, ya que jugó durante varias temporadas en el F.C. Barcelona, donde consiguió ganar una Recopa de Europa y una Copa del Rey.
Como curiosidad, es de los pocos jugadores de fútbol que en toda su carrera no ha recibido ninguna tarjeta amarilla.
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