Para cualquier apasionado del fútbol constituye un placer volver a disfrutar de un histórico y maravilloso club como el Liverpool, entre los mejores. Estos cinco años de ausencia en la Champions han dado de sí para tener absolutamente claro que se le ha echado de menos. Pero ya están aquí de nuevo.

Este no parece que vaya a ser su mejor año europeo. Tras la marcha de Luis Suárez al Barcelona por más de 80 millones de euros, los rojos no han dudado en reforzarse masivamente para su vuelta a Europa. Javi Manquillo, Alberto Moreno, Dejan Lovren, Emre Kan, Lazar Markovic, Adam Lallana, Rickie Lambert y el mediático Mario Balotelli son los refuerzos para esta temporada de un Liverpool que llega a la máxima competición europea con grandes ilusiones y muchas ganas de mostrarle al mundo su grandeza y señorío.

Aunque para enfrentarse al Real Madrid no hacen falta grandes sesiones de motivación, Brendan Rodgers aprovechará la cercanía del clásico para intentar que al menos un punto se quede en la ciudad británica.

Para esta noche Rodgers tiene dos bajas muy sensibles: por un lado, la ausencia de Mamadou Sacco debilitará aún más una defensa que no anda muy fina, y, sobre todo, la baja del jugador que junto a Sterlin asusta a las defensas contrarias, el veloz Daniel Sturidge. A pesar de la gran plantilla con la que cuentan ‘los diablos rojos’, el técnico norirlandés aún no ha conseguido suplir el hambre y la capacidad goleadora de Luis Suárez; prueba de ello son las tres derrotas que lleva el equipo en la Premier más la que sufrió en Champions contra el Basilea, sin desdeñar el trabajo que les costó doblegar en casa al modesto Ludogorets.

El probable once que presentará Rodgers esta noche será el siguiente:
1-4-3-3: Mignolet; Manquillo, Skrtl, Lovren, A. Moreno; Henderson, Gerrard, Kan; Sterlin, Coutinho y Balotelli.

Jose Rodríguez