La jornada liguera volvió a ser apasionante; se nota que cada partido es una auténtica final para los tres equipos que están pugnando por hacerse con el título; es como una liguilla entre tres clubes que disponen de poderosas razones para alzarse con el triunfo final, cada uno a su manera.
Lo cierto es que quedan seis jornadas por disputar y el líder sigue siendo el Atlético. Yo me pongo de pie ante la temporada que está realizando el equipo colchonero: además de jugar muy bien, es todo pundonor, honor, saber luchar, responder con honestidad a la adversidad, y si Diego Costa se lesiona no pasa nada, otro jugador marcará el gol, pero uno sabe que alguien lo acabará marcando, es todo un ejercicio de fe.
El sábado en el Vicente Calderón se vio a un equipo casi sin oxígeno pero que luchó hasta el final, creyó en sus posibilidades. En una comunión casi mística entre la afición, el equipo y el cuerpo técnico, al final acabó imponiéndose por la mínima al Villareal. Era el primero en jugar de los tres, así que el Cholo le pasó el testigo a su paisano, el Tata Martino, que tenía un compromiso relativamente fácil ante el Betis en el Camp Nou.
¿Fácil? ¿Quién dijo fácil? Aquí no hay nada fácil, nadie va a ganar sin tener que sudar la gota gorda. El Barça salió confiado ante el último equipo clasificado y casi lo acaba pagando porque, con el 1-0, el equipo sevillano estuvo a punto de empatar. Ojo que ahora el factor emocional importa tanto como el físico o el talento; el que sepa compaginar un fútbol práctico, un buen fondo físico y una suficiente fortaleza mental acabará imponiéndose en esta increíble batalla futbolística.
Acabó el partido del Camp Nou, Martino miró al cielo, suspiró y pensó: “ahora te toca a ti, Carlo”, porque el entrenador italiano del Real Madrid en ese mismo instante salía al precioso estadio de Anoeta sabiendo que sus adversarios habían ganado. Ancelotti tenía motivos para estar preocupado, jugaba en un estadio donde había caído el Barça, se enfrentaba a uno de los mejores equipos del campeonato, la Real Sociedad, y además lo hacía sin dos jugadores básicos como Cristiano Ronaldo y Di María. Sin embargo el Madrid tiró de oficio y cuajó un partido muy efectivo y práctico, llevándose la victoria de San Sebastián con cuatro zarpazos. Posiblemente en el partido más complicado que le restaba por jugar al Madrid, consiguió aplicar la norma tan italiana del fútbol, basada en la sobriedad, rigor defensivo y contundencia. Asier Illarramendi consiguió abrir el marcador, el jugador de Mutriku no quiso festejar el gol por respeto a su ex-equipo.
Seis jornadas restan para que finalice la Liga y todo puede pasar; esta es una lucha en la que ganará el que menos errores cometa. Por el momento los tres equipos de arriba nos están deparando un espectáculo sensacional, porque digan lo que digan, la Liga BBVA es la mejor del mundo, simple y llanamente porque juegan los mejores jugadores del mundo. ¡Que siga el espectáculo!
© Antonio Muelas, 2014 { [email protected] }
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