El 31 de agosto,el Real Madrid cayó derrotado en San Sebastián ante la Real Sociedad en uno de los partidos más esperpénticos que se recuerdan en la historia contemporánea del equipo blanco. El equipo de Ancelotti había ganado el primer encuentro de Liga ante el Córdoba y procedía a hacer lo mismo en el segundo ante una Real Sociedad tocada en su orgullo por la eliminación en la competición continental. Aquella tarde veraniega en La Bella Easo el Madrid se adelantó en el marcador y para el minuto 10 ya ganaba por 0-2 con suma facilidad y controlando todos los tiempos del encuentro.

El público congregado en Anoeta no concebía otra cosa que no fuese el despiece de su equipo ante las continuas incursiones del equipo blanco. Pero el fútbol es tan imprevisible que sucedió todo lo contrario, en una tarde aciaga y repleta de errores defensivos del Madrid, la Real le dio la vuelta al marcador y consiguió marcar 4 goles.

Carlo Ancelotti llegó a la sala de prensa descolocado,con la cara descompuesta y entristecido ante el pobre espectáculo que había ofrecido su equipo. Los fantasmas de un club tan grande comenzaron a acuciar, hubo quien incluso quiso acortar antes de tiempo el periplo de Ancelotti en el club de Concha Espina, pero el italiano recibió el apoyo incondicional del club presidido por Florentino Pérez quien ha encontrado en Carlo la estabilidad que buscaba desde hace años.

Saltamos en el tiempo,pero sólo dos meses después, momento en el que el Real Madrid juega en Anfield Road ante el Liverpool partido de la fase de grupos de la Champions. Suena el himno del equipo red «You,ll never woulk alone» cantado por el público de Anfield para recibir a dos clubes que suman 15 Copas de Europa.

Al minuto de comenzar el partido una avalancha blanca apaga el fuego de los «diablos rojos«,el repertorio futbolístico del Madrid es atronador,con una exquisitez abrumadora comienzan a llegar las oportunidades a la portería del Liverpool. El juego que exhibe el Real Madrid es lo más parecido al «fútbol total» de la Holanda de los años 70, concebido con un orden alegre, disciplina eufórica, verticalidad con juego horizontal, pases con inteligencia que siempre buscan la portería rival, los jugadores juegan de forma coordinada,acaba el partido con un resultado de 0-3 y el público de Anfield Road puesto en pie ovaciona al Real Madrid en su despedida.

Desde San Sebastián hasta Liverpool lo que ha sucedido es un ejercicio de normalidad en un club donde todo se magnifica. El trabajo impecable de un entrenador y la tranquilidad de los rectores a la hora de abordar cualquier situación anómala han propiciado que de la crisis se haya pasado al éxito y a la felicidad, en definitiva de ha expuesto la madurez de todas las personas que tienen el protagonismo de liderar este Real Madrid de época.