El Real Madrid juega en tres días dos partidos que pueden ser decisivos para su trayectoria liguera y, sobre todo, que pueden marcar un punto de inflexión en este tenso e irregular arranque del Campeonato.
Dos partidos peligrosos ante dos equipos que juegan bien y que proponen fútbol: el Deportivo y el Elche.
En Riazor el Real Madrid suele sufrir en los últimos años; es ese tipo de campos que se le suele atragantar a los merengues; también ha conseguido importantes réditos, pero no debe estar cómodo. El Depor de Víctor Fernández viene de ascender a Primera División y está en ese proceso evolutivo de adaptación a la categoría, tratando de compenetrar los nuevos jugadores y el estilo que Víctor quiere implantar.
El cuadro gallego ganó el último partido en Ipurua ante el Eibar, y eso tiene mucho mérito, porque el equipo guipuzcoano en su campo va a ceder pocos puntos.
Dependiendo del resultado de A Coruña, el Madrid afrontará el siguiente partido ante el Elche de una forma dispar. Un mal resultado ante el Depor dejaría la Liga ya imposible -y eso que estamos en el mes de septiembre- ; además el partido ante el Elche podría convertirse en un plebiscito en el que personajes tan importantes como el portero y capitán, y hasta el presidente pasarían por un juicio absoluto por parte del Bernabéu.
Peligroso partido ante un equipo que juega muy bien al fútbol; el Elche le dio un soberano baño el pasado domingo al Rayo, que fue memorable; no es lo mismo jugar ante el Rayo que ante el Madrid, es cierto, pero el cuadro ilicitano amenaza con quebrar aún más el delicado hábitat en el que malvive el Madrid.
Demasiada tensión e incertidumbre para un equipo que hace cuatro meses le ganó la Champions al Atlético y la Copa del Rey al Barcelona.
© Antonio Muelas, 2014 { [email protected] }
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