Ya está aquí el Campeonato del Mundo de Brasil 2014, que lleva años generando tanta expectación como polémica en cuanto a la conveniencia o no de las inversiones realizadas en un país con tan grandes carencias.

Hemos visto manifestaciones a veces violentas en las calles y hasta desalojos poco amables. Hemos oído a quienes defendían el proyecto y a quienes se oponían. Un nuevo informe, con el título de ‘Destino Brasil 2014’, elaborado por Euromericas Sport Marketing, argumenta que los beneficios reales de organizar una Copa del Mundo de Fútbol solo son visibles a medio y largo plazo; a corto plazo, en países como Brasil, son imprescindibles grandes inversiones que garanticen el éxito del evento, tal como exige la propia FIFA a cualquiera que presente su candidatura.

Resulta complicado encontrar justificación al destino de esos enormes gastos en países tan necesitados de recursos en salud y educación, por ejemplo. La única justificación, si acaso, sería entender el gasto como inversión: todas las infraestructuras permanecen para el uso del país después de la celebración del Campeonato, que en sí mismo puede representar un refuerzo de marca propulsor del desarrollo, según afirman los expertos.

Más allá de las consideraciones, echemos una ojeada a los datos:

• Se prevé una movilización de tres millones y medio de personas durante el mes del Mundial en las 12 ciudades-sedes.
• Solo en estadios, Japón y Corea en 2002 invirtió 3.500 millones de dólares; Alemania 2.200 millones y Sudáfrica construyó cinco estadios y renovó otros cinco con 2.000 millones. En Brasil los 12 estadios han costado 6.700 millones.
• La inversión pública y privada alcanza los 63.000 millones de dólares.
• La inversión más llamativa se dedica a nuevas infraestructuras en telecomunicaciones, con 8.100 millones. Las que

Brasil tenía hasta ahora eran insuficientes e inadecuadas.

Uno de los principales objetivos que manifiestan los defensores es que estas nuevas estructuras permitirán que el fútbol a gran escala y el desarrollo que los mismos comportan, lleguen a zonas del país donde hasta ahora había estado ausente.

Sea cual sea la Selección que gane en julio la Copa del Mundo, más importante es que, con la organización de la misma, ganen todos los brasileños.