Llega el momento más importante de la Selección española en los últimos años. El día en el que el equipo de Vicente del Bosque debe elegir mantenerse en la gloria de los últimos tiempos o caer en el mayor de los estrépitos. La situación es muy delicada para la Selección nacional, porque debe ganar y marcar una renta importante de goles a una Selección, la chilena, que juega muy bien al fútbol, que presiona, y que además dificulta mucho tradicionalmente la forma de jugar del equipo español.
La Selección está sufriendo momentos delicados, no es un buen momento para el equipo de Vicente del Bosque. La goleada infringida por Holanda le deja en una situación al borde del abismo, y además ha recibido unas críticas desmesuradas para lo que ha conseguido en los últimos tiempos.
La falta de memoria histórica, tradicional en nuestro país, hace que pocos se acuerden del Mundial de Sudáfrica, de aquella final de Johannesburgo, de aquella final brillantemente conseguida en la Eurocopa de Ucrania y Polonia ante Italia, de auténticos recitales futbolísticos protagonizados por estos mismos futbolistas que hoy volverán a defender la camiseta de la Selección española.
Aunque no reciban el apoyo de muchos aficionados que miran a otro lado o que critican de una forma injusta a este combinado de auténticos artistas, estos jugadores van a dejarlo todo, van a tratar de jugar al fútbol, van a tratar de sobrevivir y, si tienen que morir, morirán con su ideología futbolística, con el argumentario más brillante que se ha conocido en el mundo del fútbol a nivel planetario desde aquella Brasil de 1970. Si tienen que morir, curiosamente lo harán en Maracaná, pero que sea siempre fiel a su estilo, a su forma de jugar, a ser coherente con un estilo, con una idiosincrasia que le ha hecho ser el paradigma del fútbol total en los últimos tiempos.
Su seleccionador sigue siendo un auténtico ejemplo de generosidad, de grandiosidad, honestidad, sapiencia futbolística y de elegancia en la victoria y en la derrota, un hombre que ha dado la cara en los momentos más complicados. Desde que el pasado viernes la Selección perdiera ante Holanda, el seleccionador ha ido medio de comunicación por medio de comunicación dando la cara, explicando la situación y tratando de insuflar ánimos a todos sus jugadores.
Solo por lo que ha conseguido su Selección en los últimos años, sólo por la forma tan brillante que ha tenido de jugar y de defender un estilo que ha marcado una tendencia en todo el mundo, la deberíamos apoyar de una forma extraordinaria esta tarde-noche ante la Selección chilena. Es el momento de los jugones, de los jugadores que deben aparecer, de sacar ánimos de donde quizá no los haya; también es momento de entender que el ser humano tiene unos límites y que, aunque físicamente el equipo llega castigado, estos jugadores van a saber disputar y luchar un auténtica final.
Porque han disputado tres finales en seis años, han ganado dos Eurocopas y un Mundial, han conseguido que estemos muy orgullosos de una forma de concebir el fútbol absolutamente diferente a todas, todo ello hace que la Selección española hoy deba estar más arropada que nunca, deba sentir las vibraciones de todos los aficionados al fútbol, de los españoles y de todo el planeta fútbol que valora la forma de jugar de una Selección que ha asombrado a todo el mundo.
No es el final de un ciclo, esta selección va a perdurar. Es cierto que jugadores tan importantes como Iker Casillas como Xavi no van a estar en próximos Mundiales y por tanto posiblemente serán sus últimos partidos en el combinado nacional. Para ellos tiene que ir el mayor de los ánimos, que lo sientan en su alma, en su corazón, en su forma de jugar, porque solamente con ese agradecimiento unánime, perpetuo, de todos los aficionados a esta generación que tanto ha dado al fútbol español se podrán conseguir los resultados.
FÚTBOLSELECCIÓN no publica comentarios ofensivos ni de mal gusto.