De nuevo ‘el Clásico’ nos dejó momentos de fútbol de alta escuela, de intensidad brutal, de juego rápido; jugadas de estrategia, fortaleza defensiva…, en definitiva, un repertorio de fútbol en estado puro que volvieron a protagonizar los dos clubes más grandes del mundo.
El Barça golpeó primero con un magistral Andrés Iniesta. Entre el manchego y Messi condujeron siempre las maniobras de juego blaugrana. El Madrid contrarrestó ese fino estilo con una gran presión arriba y un juego vertical, protagonizado sobre todo por un hiperactivo Ángel Di María, que se echó el equipo a sus espaldas; el rosarino encontró como óptimo aliado a Karim Benzema; la mejor versión del francés llegó con dos goles de delantero centro nato.
La jugada clave la protagonizó Sergio Ramos al hacer un penalti a Neymar; al ser el último jugador, el central sevillano fue expulsado. Messi transformó la pena máxima que igualó el partido; otro penalti a favor del Barça desequilibró la balanza a favor del equipo de Martino.
El Barça vuelve a ser el Barça. Esa es la mejor noticia para los culés; con un sublime Iniesta ha recupado las sensaciones de juego coral que ha protagonizado en los últimos años. El Madrid sigue siendo un equipo demasiado vertical, abusa de los pases largos en detrimento de un juego más colectivo que pase por el centro del campo. Aun así, el equipo de Ancelotti sigue mostrando una gran fortaleza defensiva y una impresión de equipo intenso.
Y mientras, el Atlético líder. Sí, el equipo de Simeone, a falta de nueve jornadas, le manda un mensaje a Madrid y Barça: yo estoy aquí, existo. Con un gran trabajo ha llegado a la fase final de la temporada con opciones de ganar la Liga. El Clásico nos dejó también esa noticia: el liderato del Atlético en esta apasionante Liga BBVA.
© Antonio Muelas, 2014 { [email protected] }
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