Los españoles aficionados al fútbol entrados ya en años no dejan de asombrarse con el increíble sueño que supone que la Selección haya llegado donde está. Y no sólo la Selección de fútbol, sino el deporte español en general, que en toda su historia no había conseguido apenas nada, y ahora está en primera línea en un montón de disciplinas.

Sin duda los españoles tenemos muchas cosas de las que avergonzarnos, y una de las mayores de ellas es ser el segundo país de Europa con mayor índice de pobreza infantil, como recientemente reportó Cáritas.

Pero dejemos cada cosa en su sitio: no hace tanto que nuestros vecinos franceses, ahora con primer ministro y alcaldesa de París españoles, atribuían el éxito del deporte español al uso de drogas. Y ayer mismo, la RFEF y la cantera más prestigiosa del planeta eran sancionadas por supuestas ilegalidades… Hasta los guionistas de los Simpson se unen para alimentar esa despreciable leyenda, y en uno de los últimos capítulos, un jugador de la Selección española trata de sobornar al árbitro en el Mundial de Brasil, que no es otro que el mismísimo Homer…

Cierto que la corrupción en España es cabalgante, pero no igualmente en todos los ámbitos, y desde luego que no entre los practicantes y profesionales del deporte.

Antonio Bernabé, Alicante.